¿Cuántas veces hemos querido dar todo por el, pero el no se atreve a dar el paso, vale la pena esperar o es mejor dejarlo ir?
Quisiera con todas mis fuerzas decirte, “me cansé, ya no estoy para ti”, ya no quiero esperarte, quien sabe cuántos años más a que te decidas, a que te juegues el todo por el todo como yo.
Cuantas veces creemos haber encontrado a la persona especial, esa con la que se sufre y se goza por igual, pero que cuando una de las partes quiere dar un paso extra que hará madurar la relación o simplemente la hará salir un poquito de la zona de confort, la otra parte tiembla y no se arriesga, no saltar contigo.
¿Será que es verdad eso que dicen que en una relación uno siempre quiere más, o es solo que se teme a perder lo que hasta ahora hay?
La respuesta es sencilla…. “MENTIRA” jamás será fácil el sentirse desplazado por la terrible duda.
Aunque decimos que la vida se trata de riesgos, que son los que le dan el saborcito rico, la verdad es que no nos gusta sentirnos ni un poquito vulnerables, si se nos presenta una oportunidad de empleo, valoramos la que tenemos, si es mejor vamos por ella pero sin soltar la anterior, la segura, LA QUE NO SE VA. ¿Lo mismo pasa en los asuntos del corazón?
Estás con ella o él, pero alguien más entró a tu vida, es lo que quieres, estás fascinado con la nueva opción, y, estás enamorado ya, pero, y la anterior, lo ya construido, ¿lo dejas?, pruebas con las dos opciones, estás sin soltar la anterior, SIGUES CON LA QUE NO SE VA.
Cuando la vida en pareja se torna en un doloroso triangulo, cuando las palabras bonitas, y la falsa promesa de “espera un poco más, ya la (lo) voy a dejar”, pero no hay un cuando, siempre dice que te ama, pero SIEMPRE HAY UN PERO… un pero que duele pues la eterna amante no deja de ser eso, la amante, la otra. De que sirven tantas palabras bonitas si no se la juega por ti, ¿en serio está comprometido con su relación, si se puede amar a dos?
El amor es acción, pero cuando te gobierna el miedo es imposible actuar, con miedo no puedes amar, ni te deja evolucionar, entonces si estas en esa situación uno de los dos debe actuar y dejar el miedo atrás.
Si decides ser tú, te dejo unos pasos que te pueden ayudar a empezar.
1.-Organiza bien tus ideas: antes de hablar con él/ella, piensa bien que es lo que quieres decirle, conforme vayan saliendo las ideas tendrás que acomodarlas, para que no termines diciendo disparates que ni tú entiendas. En ésta charla, tienes que expresar a tu pareja lo que sientes y lo que significa para ti el “jugársela” juntos, a la par. HABLA, no tiene poderes psíquicos para adivinar lo que estás pasando.
2.- Da una fecha de término. O lo que es lo mismo un ultimátum. Una vez hablado se proceden a los hechos. Recuerda que el objetivo es descubrir en realidad que pasa en su corazón y en su mente además de darle un poquito de estabilidad al tuyo, se supone que estas convencida (o) ¿cierto? Pues entonces da la fecha, y lo más importante has que se cumpla la advertencia en el plazo acordado.
3.- Veredicto final: el plazo se cumplió, si es con respuesta favorable, sólo omite este paso y sean felices, pero si no lo es, de ti dependerá el resultado final, es decir, tú decidirás si en verdad prefieres dejarlo o seguirás en la situación anterior.
La decisión de dejarlo solo es la correcta si lo que quiere se sanar, y dejar de vivir en la zozobra de, si algún día será solo para ti, o tendrás que compartir a tu pareja siempre, además con la decisión de dejarlo (a) le dirás que vales mucho, mereces más y podrás decir con la frente bien en alto… “Me cansé, ya estoy para ti”.